jueves, 10 de diciembre de 2009

sábado, 5 de diciembre de 2009

LAS COSAS NO ESTAN BIEN



Porque amor es una palabra tan pasada de moda
y ahora el amor hace que te cuides
de personas que viven la noche,
y el amor nos desafía a cambiar nuestra
manera de querer.




miércoles, 2 de diciembre de 2009


Cuando no aceptas un NO por respuesta, sigue existiendo la posibilidad de obtener lo que quieres.

    Nada dura eternamente
Todo el mundo hace daño a todo el mundo, esa es la condición humana
Llegará una nueva época, una época de libertad.

Qué desperdicio haber pasado tanto tiempo con una persona sólo para averiguar que es una extraña.
Hablar sin parar no significa comunicarse.


 


"Seguirán viniendo y seguirán muriendo, porque la historia ha demostrado que no hay muro capaz de contener los sueños"
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viernes, 27 de noviembre de 2009




E
namorarse, no enamorarse esa es la cuestión. Enamorarse puede ser de esos negocios que salen mal, un negocio viciado, algo que en un principio parecía perfecto y después empieza a presentar pequeñas fallas, defectos ocultos, que no solo son molestos por ser defectos, sino que se hacen más fastidiosos por el solo hecho de no contar con ellos. Es como comprar una casa “hermosa” la disfrutamos un tiempito y sin darnos cuenta empezaron  a aparecen las primeras humedades. La casa fallo, la que creíamos perfecta indestructible nuestro palacio, ahora no es mas que un par de murallas con humedad. Por el contrario, cuando empezamos una relación conociendo los pormenores de la misma es más fácil. Para seguir con el ejemplo seria como comprar una casa llena de humedad; desde el principio aceptamos que viene así, pero esto nos permite soñar y pensar en lo linda que va a quedar la casa cuando tapemos y arreglemos esas humedades, llegado ese momento será más meritorio el esfuerzo.
Es por todo esto que creo que no hay que idealizar a las personas; no podemos construir palacios en un terreno de 2x2, nadie es perfecto y algunos distan mucho de serlo, por lo que debemos aprender a soportar esas “humedades” y conseguir lindos cuadros para taparlas.







martes, 10 de noviembre de 2009

El hombre es un animal de costumbre dicen.. Nos gusta la costumbre. Cualquier cosa que nos saque de eso nos desconcierta.
Todo es cuestión de costumbre. Nos acostumbramos incluso a lo que nos hace mal. Mejor malo conocido que bueno por conocer, no?
Pero luego, a lo que no estamos acostumbrados, nos desconcierta, nos inquieta. Para que vamos a cambiar si así estamos bien?
Como haces de un día para el otro, para vivir sin eso que era la razón de tu vida?
Nos da pánico la idea de despertar y sentir que todo cambió, que nada es como era.
Cuando te acostumbras a un amor, a una piel, a un olorcito, a una sonrisa. Perder todo eso es como quedarte sin aire."


lunes, 9 de noviembre de 2009


Queridísima amiga:

Me inventé un ejercicio guestáltico: Imagino que soy una cámara fotográfica.
Me cuesta describirme- Soy una cámara con forma especial; claro, soy única; hay muchas que se me parecen... pero iguales a mí, sólo yo.
Estoy totalmente equipada para cumplir mi objetivo: retratar este instante de lo que está sucediendo.
Este instante.
El instante anterior ya pasó y el próximo todavía no llega; ambos están fuera de mi alcance...
... y me gusta que sea así.
Lo importante para ser una buena cámara es conseguir una buena imagen de la realidad.
El mecanismo es el siguiente:
Primero, busco aquello que me llama la atención. Lo pongo frente a mí.
Mido la distancia que hay entre eso y yo.
Elijo una distancia útil, no siempre la distancia que elijo es la misma, a algunas cosas me acerco más, de otras me mantengo siempre bastante lejos.
Luego, con suavidad -porque mi mecanismo es muy suave-, incorporo lo exterior a mi interior.
Tengo una película muy sensible y puedo sacar muchas fotos. Si bien el rollo de película es casi interminable, mi vida útil como cámara, no. Llegará un momento en que mi existencia terminará.
Pensar en eso no me angustia, es parte de mí ser cámara.
... Mientras tanto... me importa ser cada vez más fiel a lo que veo. Es cierto, mi imagen de lo exterior nunca será "perfecta", pero en realidad tampoco me importa que lo sea.
Parte de mi equipo es un grupo de lentes y filtros que aumentan mis posibilidades.
Hay cosas que los filtros dejan pasar y cosas que no. Esto puede ser muy útil. Por ejemplo, impiden que entren cosas dañinas (como un estímulo demasiado poderoso). Permiten también teñir mi impresión de un tono específico (ver todo rosa, ver todo azul, ver todo gris), según mi estado de ánimo.
¡Es bárbaro!... aunque peligroso, si accidentalmente me olvido que es por el filtro que lo veo así.
Las lentes me sirven para aumentar o achicar mi campo perceptivo. Con una de ellas puedo ver el pequeño detalle de las cosas; con otra tengo una vista panorámica y global de los sucesos. Aquí también, cuando pongo la lente adecuada a mi intención, todo sale bien.
Cada hecho requiere un tiempo diferente para ser registrado; por eso, una de mis regulaciones es la del tiempo de exposición.

Todos los procesos implican tiempo. Y éste depende de la velocidad de los hechos, de su intensidad y de mi interés. Cuando algo implica mucho tiempo, recurro a un elemento que llevo conmigo: un trípode. Este me permite esperar con comodidad un hecho... sin apurarme... sin ansiedad... sin riesgo de retratar lo equivocado, cuando lo que espero sucede.
Cuando estoy paseando, sin expectativas, sin objetivos y con la lente al descubierto, puede suceder que se me conecte el disparador automático. De repente siento: ¡clic! y sólo después me doy cuenta de lo que incorporé.
Estas fotos suelen ser las mejores, nada programado o intencional, nada voluntario; sólo el ¡clic! imprevisto y espontáneo.
Casi me olvido de algo importante. Tengo una tapa. Cuando me la pongo, el mundo desaparece y estoy en contacto sólo conmigo. Es muy útil para alejarme un poco de lo de afuera y también para descansar.
Es importante tener mucho cuidado con correr la película después de cada foto. ¡Esta es una limitación para tener en cuenta siempre!
Sólo puedo sacar una foto por vez.
Cualquier intento de incorporar dos situaciones juntas, resultará en una superposición (imagen confusa) o en una foto velada (falta de imagen).
Por suerte, últimamente he logrado incorporarme un dispositivo de seguridad que permite que, hasta no haber terminado todo el proceso con una situación, sea imposible comenzar con otra.
Este dispositivo es una gran ayuda, pero más me gusta tener presente yo misma el límite:
No puedo ocuparme de más de una cosa a la vez.

Eso, eso...

No puedo ocuparme de más de una cosa a la vez.




domingo, 8 de noviembre de 2009


y sin darse cuenta la felicidad estaba en la habitacion verde que habitaban; estaba ahi, habia estado ahi siempre, solo que mirando por la persona equivocada esa felicidad se habia trasformado, la habia teñido la envidia.

sábado, 17 de octubre de 2009

"Después de todo, las computadoras se rompen, la gente se muere y las relaciones se terminan. Lo mejor que podemos hacer es respirar y reiniciar".
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martes, 15 de septiembre de 2009


Tantas veces tuvimos que estar separados
y sentir que a pesar de la distancia
sentimos lo mismo en cualquier momento

domingo, 13 de septiembre de 2009


Hoy me acordé de las tardes de verano juntos
Si, ya lo sé que
tengo que seguir mi vida
Pero esto es solo una canción
Solo una canción de despedida

jueves, 10 de septiembre de 2009







miércoles, 9 de septiembre de 2009

Si no podemos encantarlos con la vida estamos fracasando, la vida no perdió su encanto, fuimos nosotros quienes perdimos el encanto por la vida.
El desencanto es la mejor arma de los mas corruptos, de los villanos de la historia, el desencanto nos aisla, nos encierra, nos separa, nos vacía de sueños.
Una generación desencantada no se siente útil, siente que al mundo, a la historia le da lo mismo que ella exista o no, una generación desencantada se siente sola.
Una generación desencantada pide a gritos un milagro, algo que le devuelva la fe en la magia, para volver a encantarse, para volver a creer en la magia esa generación debe saber que no esta sola, debe saber que es necesaria, importante y decisiva para otras generaciones pasadas y futuras, debe saber que lo que encanta de la vida no es el mundo que se recibió si no el que podemos dejar.
Para encantarse con la vida una generación necesita rebelarse, el desencanto se contagia fácil pero el encanto es un trabajo de hormigas.
El encanto nos necesita a todos haciendo lo que amamos y amando lo que hacemos, porque es mentira que las cosas son como son, las cosas son como dejamos que sean.
El mundo cambia cuando nosotros cambiamos, y para eso hay que creer que el cambio es posible, es una acto de fe, un acto de valentía, un acto de
compromiso, un acto de amor.
Te pueden decir que no se puede, te pueden decir que no, una y otra ves no que esto es lo que hay y que mas allá de esto no hay nada, solo un triste desencanto y que vos no podes hacer nada, que hagas lo que hagas no va a cambiar nada, es mentira es falso, mas allá del desencanto esta tu vida, tus sueños, y si vos no los haces realidad alguien los vive por vos, alguien se adueña de tus sueños, de tu vida.

Pasamos toda nuestra vida preocupándonos por el futuro, planificando para el futuro, intentando predecir el futuro, como si calculándolo de alguna manera amortiguáramos el golpe. Pero el futuro está siempre cambiando. El futuro es el hogar de nuestros miedos más profundos y todas nuestras esperanzas.Pero una cosa es cierta, cuando por fin se revela...el futuro nunca es el camino que imaginamos..


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martes, 8 de septiembre de 2009



Señores y señoras usen protector solar. Si pudiera ofrecerles sólo un consejo para el futuro, sería éste: Usen protector solar.
Los científicos han comprobado sus beneficios a largo plazo mientras que los consejos que les voy a dar, no tienen ninguna base fiable y se basan únicamente en mi propia experiencia. He aquí mis consejos:
Disfruta de la fuerza y belleza de tu juventud. No me hagas caso. Nunca entenderás la fuerza y belleza de tu juventud hasta que no se haya marchitado. Pero créeme, dentro de veinte años, cuando en fotos te veas a ti mismo comprenderás, de una forma que no puedes comprender ahora, cuántas posibilidades tenías ante ti y lo guapo que eras en realidad. No estás tan gordo como imaginas. No te preocupes por el futuro. O preocúpate sabiendo que preocuparse es tan efectivo como tratar de resolver una ecuación de álgebra masticando chicle. Lo que sí es cierto es que los problemas que realmente tienen importancia en la vida son aquellos que nunca pasaron por tu mente, de ésos que te sorprenden a las cuatro de la tarde de un martes cualquiera.
Todos los días haz algo a lo que temas. Canta. No juegues con los sentimientos de los demás. No toleres que la gente juegue con los tuyos. Relájate. No pierdas el tiempo sintiendo celos. A veces se gana y a veces se pierde. La competencia es larga y, al final, sólo compites contra ti mismo. Recuerda los elogios que recibas. Olvida los insultos (pero si consigues hacerlo, dime cómo hacerlo). Guarda tus cartas de amor. Tira las cartas del banco. Estírate. No te sientas culpable si no sabes muy bien qué quieres de la vida. Las personas más interesantes que he conocido no sabían qué hacer con su vida cuando tenían veintidós años. Es más, algunas de las personas que conozco tampoco lo sabían a los cuarenta.
Toma mucho calcio. Cuida tus rodillas sentirás la falta que te hacen cuando te fallen. Quizá te cases, quizá no. Quizá tengas hijos, quizá no. Quizá te divorcies a los cuarenta, quizá no. Quizá bailes el vals en tu setenta y cinco aniversario de bodas. Hagas lo que hagas no te enorgullezcas ni te critiques demasiado. Optarás por una cosa u otra, como todos los demás.
Disfruta de tu cuerpo. Aprovéchalo de todas las formas que puedas. No tengas miedo ni te preocupes por lo que piensen los demás porque es el mejor instrumento que jamás tendrás. Baila, aunque tengas que hacerlo en el salón de tu casa. Lee las instrucciones aunque no las sigas. No leas revistas de belleza pues para lo único que sirven es para hacerte sentir feo.
Aprende a entender a tus padres. Será tarde cuando ellos ya no estén. Llévate bien con tus hermanos. Son el mejor vínculo con tu pasado y, probablemente, serán los que te acompañen en el futuro. Entiende que los amigos vienen y se van pero hay un puñado de ellos que debes conservar con mucho cariño. Esfuérzate por no desvincularte de algunos lugares y costumbres porque, cuando pase el tiempo, más los necesitarás. Vive en una ciudad alguna vez pero múdate antes de que te endurezcas. Vive en un pueblo alguna vez pero múdate antes de que te ablandes.
Viaja. Acepta algunas verdades ineludibles: los precios siempre subirán, los políticos siempre mentirán y tú también envejecerás. Y, cuando seas viejo, añorarás los tiempos en que eras joven: los precios eran razonables, los políticos eran honestos y los niños respetaban a los mayores. Respeta a los mayores. No esperes que nadie te mantenga pues tal vez recibas una herencia o, tal vez te cases con alguien rico pero, nunca sabrás cuánto durará. No te hagas demasiadas cosas en el pelo porque cuando tengas cuarenta años parecerá el de alguien de ochenta y cinco.
Sé cauto con los consejos que recibes y ten paciencia con quienes te los dan. Los consejos son una forma de nostalgia. Dar consejos es una forma de sacar el pasado del cubo de la basura, limpiarlo, ocultar las partes feas y reciclarlo dándole más valor del que tiene. Pero hazme caso en lo del protector solar.